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miércoles, 29 de octubre de 2014

Semana 14: Un mundo de información, ¡atrévete a mentirme ahora!

Sencillamente me resulta imposible no emocionarme cuando me doy cuenta de que estamos a solo contadas semana de acabar el semestre. No porque tenga planes concretos, simplemente me he sentido ahogada por los deberes y toda mi mente clama ya por un merecido descanso (para aquellos que pensamos que leer 20 libros pendientes en la biblioteca es descaso :D). ¡Vacaciones lleguen ya! Pero ahora mismo quedan 3 semanas de estudio y no hay que aflojar.

Esta semana en concreto fue la de buscar datos en Google y tal vez aprender a ocuparlo de una mejor manera.
Para nadie es secreto que el buscador favorito, en cuestión de milésimas de segundo arroja muchísimos resultados para cualquier búsqueda Y por muchísimos no me refiero a 500, sino a miles y a veces incluso millones. Al hacer parte de la comunidad estudiantil y llevar tres semestres escribiendo ensayos, reseñas, haciendo exposiciones y realizando investigaciones e incluso antes para trabajo del colegio, sé que no siempre encontramos lo que buscamos y lo que es aún más importante que lo que encontramos no suele ser la información más exacta, confiable y veraz que puede haber. Vivimos rodeados de información y de eso está hecho nuestro mundo ahora, cualquiera puede producir, escribir, hablar y colgarlo en la Web. Es un mundo amplio y muchas veces al hacer una búsqueda se convierte en una misión tan imposible como buscar agujas en un pajar.
Pero no es de alarmarse, con el tiempo se aprende y ya todos sabemos que muchas veces el resultado dependerá de las palabras clave del tema a investigar que digitemos en la barra del buscador; a veces con eso basta. Pero como quien ahorra tiempo (no por pereza), pero tampoco se puede dar el lujo de ser menos exacto en su labor de rastreo, entre más herramientas más eficaz y mejor será el trabajo realizado.

Hablemos de los operadores Booleanos. Estos son unas palabras código para los buscadores en general que buscan facilitar el relacionamiento de términos en una búsqueda y arrojar resultados más exactos y no tan generales. Si vamos a buscar por ejemplo del tema de la reelección en Colombia, pero no queremos que aparezca el caso de el ex presidente Uribe es cosa de ocupar un operador booleano que excluya de la búsqueda cualquier resultado con referencia al ex mandatario. En este caso sería NOT y se formularía de la siguiente manera: 


Reelección en Colombia NOT Uribe. 

Si vamos a buscar por lo que tienen en común dos temas, se ocupa AND; por ejemplo: 
Autoficción AND terapia de duelo. 
Y así funcionan todos, herramientas de búsqueda y exclusión que ayudan al usuario a limitar o ampliar su búsqueda, por su puesto también se pueden combinar. Es una opción abierta y una herramienta que desde que me fue presentada he puesto en práctica siempre que me ha sido posible. Ahorra tiempo y nos permite encontrar la mejor información posible, tan exacta como se necesite. 
Esto sumado al PageRank que implementa Google, sistema que por medio de una serie de algoritmos matemáticos se ocupa para determinar el orden de aparición de una página de enlace en un búsqueda que se realice en Google, resulta en una de las mejores fórmulas para buscar información en internet. Es importante resaltar que Google a diferencia de otros buscadores, no da prioridad a la cantidad de coincidencias de las palabras claves para determinar el orden de aparición de los enlaces en los resultados, y muy seguramente su sistema de algoritmo, famoso y conocido como el "algoritmo Google" es explicable y entendible para quien sepa de números, fórmulas, ordenadores y bases de datos; para cualquier otro mortal: 

También hay otros trucos, podemos buscar las cosas por extensiones, por formatos, por tiempos, en páginas Web específicas, en un idioma de preferencia; tenemos todas las opciones del mundo para encontrar toda la información del mundo. Yo digo que es tiempo de aplicarlo todos y mantener esta, así como muchas otras herramientas de esta clase en una caja de repertorio con etiqueta "para un uso eficiente, provechoso y correcto de la internet". 

Como segundo tema... ¿alguien vio alguna vez la serie Lie to me? Si no lo hicieron vayan a buscarla, si lo hicieron: Felicidades dieron con una de las joyas de la televisión, además de con una introducción a la ciencia de la interpretación de las expresiones corporales de nosotros los humanos. 
Porque resulta que cada pequeños gesto que hacemos, tan imperceptible como los ojos que por unos segundos se abren solo unos milímetros más de lo que se encuentran normalmente o una curvatura en las comisuras de los labios, todo esto comunica incluso más que las mismas palabras. Por supuesto a veces sentimos una vibra hacia alguna persona con la que estamos conversando o somos capaces de decir con apenas mirar a alguien "esa persona no me agrada"; todos nos damos cuenta cuando alguien está triste porque hemos aprendido a verlo y es de los sentimientos más comunes, también lo notamos especialmente en las personas que más cercanas son a nosotros, aprendemos a leerlos como a uno de nuestros libros favoritos. Pero aprender cualquier de estas cosas requiere de experiencia, requiere de estudio y de observación, pero nunca está de más saber un poco más de las personas y de nosotros mismo incluso. 

En un día normal tenemos que tomar transporte público y compartir asiento con completos desconocidos. Resulta clarísimo, cuando vemos a alguien abrazando su maleta y aferrándose a ella como si fuera el tesoro más precioso del planeta, interpretar que esa persona no confía en los que estamos a su al rededor, protege sus pertenencias y al encogerse sobre su maleta, también a si misma. Tal vez no decimos "esta persona adopta esa postura en gesto de protección y de reclusión, imitando a un animal que está siendo asechado y que se encoge sobre sí mismo como si pretendiera esconderse, eso debido a que los sujetos a su alrededor le resultan completos desconocidos y no confía en ellos por tanto de forma consciente o inconsciente, ella se protege" (a menos claro que seamos estudiosos de esa área de conocimiento), pero si nos damos cuenta de que no se siente precisamente segura. Después el bus se desocupa y logramos obtener un asiento doble desocupado, buscamos la ventana, nos acomodamos y desviamos la mirada hacia el infinito y más allá. Hasta que alguien más se sube hay varios puestos desocupados, pero el nuevo pasajero elige sentarse a nuestro lado. En sillas en las que apenas cabemos, encontramos la forma de hacernos pequeños y encogernos aún más contra la ventana en la misión de que no haya contacto de ninguna manera entre la persona a nuestro lado y nosotros, ahora todo nuestro cuerpo apunta hacia la ventana, lo que estamos haciendo es también alguna forma de protección, al mismo tiempo que de exclusión de quien se ha sentado al lado nuestro. Y el mensaje llega y está establecido "aunque te sentaras a mi lado, no vamos a compartir puesto". Es algo instintivo y arraigado, sin quererlo sabemos lo que nos quiere decir el cuerpo de otra persona; de ahí que sintamos "vibras" positivas o negativas, lo que vemos no es un aura misteriosa, son micro y macro expresiones que interpretamos, entendemos, a veces reflejamos e incluso adoptamos. 

Miren con lo que nos podemos encontrar con un poco de observación atenta y caminar lento. Nuestro cuerpo es... un libro abierto que todos pueden ver y muy pocos realmente entender si no se presta atención, más que un texto es un hipertexto de emociones y sentires reflejados en nuestros rostros, extremidades y posturas. Cuando nuestras palabras dicen una cosa, nuestras expresiones pueden estar clamando a gritos una verdad completamente contraria; pueden estar delatando nuestra memoria y nuestra imaginación.
Con toda certeza, la próxima vez que converse con alguien, no me fijaré en mayor medida en las palabras, pues sospecho que el verdadero mensaje va a estar y siempre ha estado en la lengua que el cuerpo habla tan alto y en forma silenciosa.






jueves, 9 de octubre de 2014

Semana 11: Netiqueta y ¿cómo escribimos?

Resulta más que evidente a la hora de comer, por ejemplo, que hay unas reglas establecidas de comportamiento. Sabemos y casi parece que hubiésemos nacido con ese conocimiento, que no podemos masticar con la boca abierta ni colocar los pies sobre la mesa. También nos resulta evidente que los cubiertos están puestos porque es de mal gusto utilizar las manos, que no nos debemos limpiar con la ropa, sino con las servilletas, que colocar los codos en la mesa es de mala educación y que empezar a comer sin esperar a que le hayan servido a todos, es una falta de respeto.
Por supuesto, estas no son todas las reglas de etiqueta y hay algunas extrañas a cualquiera que no sea participante de concurrencia en eventos de perfil alto.

Todos sabemos ya, que internet más que un algo en el computador al que se accede por medio de un clic en el ícono del navegador de escogencia... es una comunidad de millones de personas conectadas todas al mismo tiempo y en interacción sin interrupciones obligatorias; si lo pensamos de esta manera, podría llegar a parecer ridículo que todos estos usuarios y sujetos en una comunidad no siguiera unas normas de comportamiento. Digo, es como colocar a un montón de niños al rededor de un pastel de tripe chocolate, sin porcionar y no decirles que deben esperar pacientemente a que a cada uno se le reparta su porción. El resultado de tal cosa sería un estado de caos absoluto, sin orden y donde la convivencia se haría imposible.
Por estas razones fue que se me hizo extraño que en un grupo de jovenes entre los 17 y los 22 años, sin duda todos usuarios constantes de internet y redes sociales, ninguno de nosotros supiera responder a la pregunta de ¿qué es netiqueta?


La palabra viene de la unión de dos términos; Internet y Etiqueta. Netiqueta hace referencia a una serie de códigos de conducta en internet que los usuarios deben seguir para tener una interacción provechosa y eficiente en la red.

Mi experiencia con esto fue similar a casi todas las que he tenido durante el semestre, con la clase y con los nuevos términos que más que aprendido he intentado apropiar y poner en práctica para mi diario como ciudadana global. Una vez que supe lo que netiqueta significaba comencé a identificar códigos y acciones que correspondían al significado de este término; tal como no masticar con la boca abierta es una norma de etiqueta en la mesa, en ese momento los códigos de comportamiento en redes, en los que insultar a alguien de forma pública en el muro o en un comentario de una foto que todos puedan ver, resultó para mi una netiqueta evidente.
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Y son reglas, como casi todas, que se dictan más que desde algún tipo de mamá mandona encargada de vigilar el buen comportamiento en la red, desde el sentido común de los mismos usuarios. Por ejemplo, si yo escribiera este blog con huna pezima hortografia o EsCrIbIeNdO AzHi, ¿qué podrían pensar quienes lo leen? Que carece de seriedad, que no respeto a los lectores, que no se escribir y entre muchas otras cosas se encontrarían fastidiados y simplemente no leerían.






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Otro ejemplo, si alguien sube una foto a facebook y no me gusta, por lo que me dedico a insultarle en los comentarios, en primer lugar estaría hiriendo los sentimientos de esa persona, por más likes que tenga, puede que genuinamente se sienta atacado y que en serio le importe lo que le esté diciendo. En segundo lugar podría obtener un bloqueo y una denuncia por comportamiento que sería merecida. No porque esté detrás de una pantalla, debería significar que puedo hacer y decir lo que me plazca a quien quiera sin tener una consecuencia. Con o sin ordenadores de por medio, las personas siguen siendo personas y siguen teniendo sentimientos; por desgracia parece que muchos se olvidan de eso y bajo un anónimo en Ask o el simple hecho de no conocer a alguien de frente deciden dar rienda a suelta los insultos, muchas veces incluso, por diversión.





Hay otras, que no resultan tan evidentes pero que tal vez hemos pensado leyendo un correo o hablando con alguien. 
Ami me ha sucedido que el bloqueo de mayúsculas del teclado se queda bloqueado mientras estoy hablando con alguien y cuando le escribo algo, así en mayúsculas, de forma inmediata me dice algo como "Está bien, pero no es necesario que grites." o, "No me grites.", o, "¿Estás enojada?". Obviamente no es el caso, les explico que se ha bloqueado el teclado y listo, pero resulta curioso, como el lector inmediátamente, al recibir un mensaje todo escrito en mayúscula se siente atacado, gritado o casi como si su interlocutor lo estuviera presionando a responder. Por el lado de quien escribe, ¿se han dado cuenta que cuando están molestos con alguien mientras tienen una conversación, el primer impulso es activar las mayúsculas? ¿o cuando quieren hacer énfasis en algo? Las mayúsculas inmediatamente transmiten urgencia y agresividad... 



Lógicamente hay muchos más ejemplos, hay reglas de comportamiento para cada medio virtual; netiquetas específicas para Twitter, Facebook, Instagram, YouTube, para escribir correos y muchos otros. Algunas, como las reglas básicas pe sentarse a comer en la mesa, las tenemos automatizadas y no es necesario que alguien nos diga que son reglas para seguirlas, otras las vamos aprendiendo. Considero que esta es una invitación para que cada lector se tome unos minutos y lea un poco sobre Netiqueta, no se pierde nada y vaya que se puede ganar mucho. Hoy en día ser un buen usuario de la red es casi tan importante como tener cultura ciudadana. Pasamos más de la mitad de nuestro día conectados a internet con nuestros smartphones, ¿por qué no aprender a sentarnos bien y utilizar los cubiertos adecuados, en vez de ir comiendo con las manos? Tenemos las herramientas, ¡Vamos a darles uso! 


Como segundo tema esta semana, ¿por qué no aprendemos un poco más de nosotros mismos?


La grafología es una protociencia, ¿qué significa esto? que es un área de estudio, que como la memética y muchas otras no ha sido completamente aceptada como una ciencia.
Los grafólogos y la grafología estudian la forma de ser de las personas tomando como referencia la manera en la que escriben: Cómo son su letra y sus tranzos, con cuánta fuerza apoyan el bolígrafo en el papel, hacia qué lado tiende la inclinación de la escritura, y demás.

¿Y por qué hablar de grafología?
Hoy en día para nadie es secreto que la escritura a mano ha perdido importancia, de hecho en mi caso, puede pasar una semana entera sin que tenga necesidad de anotar algo en un papel (lógicamente cuando vuelvo a escribir mis letras se asemejan más a un montón de mamarrachos similares a jeroglíficos, de la misma forma que sucedía al volver al colegio después de vacaciones), lo único indispensable para mi es un computador, o un dispositivo portátil con cámara y capacidad de hacer grabaciones de voz de dos horas y listo. Chao a la hoja y al papel. A la hora de enfrentarme después, a un parcial escrito a puño y letra; sin haber siquiera llegado a una página, la mano ya me duele y siento que ya he redactado una biblia entera.
Y estoy segura que no es algo que me sucede solo a mi. Eso fue evidente en la clase del miércoles, el ejercicio nos tomó a todos por sorpresa. Tuvimos que escribir una carta al profesor sobre nuestra experiencia a lo largo del semestre. El contenido no es importante, tampoco la extensión, no para lo que iba destinado al menos. Y era hacernos dar cuenta de que, los procesos de escritura, así como los de lectura cambian completamente cuando se está frente a un computador y cuando se está frente a una hoja de papel en blanco.

Primeramente, los procesos mentales que se realizan son diferentes, el cerebro se concentra más en el ejercicio de plasmar algo en una hoja de papel, que en un ordenador. Las habilidades de pensamiento y motricidad, además se ejercitan muchísimo cuando las manos se ven obligadas, no solo a moverse mecánicamente para presionar teclas o puntos brillantes en un pantalla, sino de hecho a crear y expresar no solo el pensamiento, sino también una personalidad particular, que ninguna fuente del procesador de textos de word puede llegar a captar por completo.

Así que para escribir en papel hay que ser ordenados, debemos organizar primero nuestras ideas en la cabeza, tener claro como redactarlas, saber dejar los espacios pertinentes para las ilustraciones con cierta anterioridad; de lo contrario el resultado será un revuelto de palabra, tachones y parches de corrector, en desorden e incompletos, todo por que el papel es mucho más complejo y nunca va a bastar con la tecla de suprimir, no la hay.
También requiere más tiempo, es cuestión de solo intentarlo. Hacer las anotaciones de una clase en papel, sin las imágenes, sin el diseño, solamente en mi puño y letra me tomó muchísimo más tiempo y menos palabras, de lo que me toma hacer una entrada completa del blog y a simple vista, no tiene orden solo parecen palabras y conceptos colocadas en el lugar donde cabían. Debo admitir que d alguna manera lo son...
No tengo esa habilidad de organizar el espacio en una superficie donde debo escribir, porque me acostumbré a los renglones invisibles y a la simple acción de presionar un enter y a que si no me gusta donde queda algo, simplemente lo muevo, nuevamente una función que el papel no tiene, pero que mi cerebro si debería tener.
¡Da para pensar! ¿cómo estamos escribiendo y cómo estamos pensando a la hora de escribir?

Sobre esto también podemos hablar de que más allá de palabras estamos plasmando personalidades cuando escribimos en papel. Resulta que en este ejercicio, se ocupa aproximadamente la mitad de la capacidad cerebral. Todos tenemos letras diferentes, tal vez algunas parecidas pero casi imposible que sean idénticas. Esto es porque de forma inconsciente, así como de la forma en que nos vestimos y peinamos, la forma en que escribimos también refleja las personas que somos y parte de lo que pensamos. Uno podría leer y saber casi todo sobre el carácter de una persona con solo mirar como escribe; tal vez por eso siempre preferiremos una carta de alguien a quien queremos, que un correo electrónico o un mensaje de facebook. Y es justo esta personalidad plasmada en las letras y en su forma lo que, como dije antes, estudia la grafología. Por ejemplo yo, mi letra es de tamaño mediano por lo general, lo que significa que soy una persona estable y que se adapta con facilidad. Pero cuando estoy molesta o triste, mi letra tiende a hacerse más chica lo que refleja que estoy siendo meticulosa, tímida y reservada.

¿No es increíble lo complejo que es el cerebro y el subconsciente humano? Aún sin articular palabras en sonidos estamos hablando todo el tiempo, con nuestro cuerpo, con nuestros gestos, con nuestra manera de hacer las cosas, de vestirnos, de pararnos y también de escribir.

jueves, 2 de octubre de 2014

Semana 9- 10: El internet, Google y ¿qué pasó con la curiosidad?

Semana 10, y se acabó esto.
Octubre llegó rapidísimo, y con eso las preocupaciones y las preguntas tan comunes como: ¿de qué me voy a disfrazar? ¿Será que hacen fiesta? ¿Muy raro si hago Cosplay? y demás.
Por el otro lado, termina también la semana de receso y de alguna manera hemos terminado la última curva y ahora la pista de la recta final del semestre se extiende ante nosotros en todo su esplendor, con enormes vayas altas y dragones escupe fuego que amenazan con hacernos terminar con notas de 2,95 insuficiente para promediar el 3.0 y seis materias por repetir. Algunos se niegan a esto y trabajan al máximo buscando algo por encima de 4.5, otros lo toman a chiste y si bien no se mandan a la vagancia; tampoco se esfuerzan más de lo que se han esforzado el resto del semestre. Y están quienes abrazan y aceptan su destino y se entregan a las garras del ocio y la procrastinación para acabar el semestre con mucha diversión y un promedio raspando.

Sean del primer grupo o del segundo... incluso algunos del tercero, tal vez ninguno; puede que sean unos oficinistas, importantes ejecutivos, estudiantes de colegio... todos nosotros, en esta época del año y en cualquiera, estamos constantemente en contacto con la web, todas sus aplicaciones y componentes. Tal vez ahora con los exámenes encima algunos recurramos de manera desesperada y plan casi psicópata a buscadores como Google, a su brazo especializado, Google Escholar, a las bases de datos, videos, audios... cualquier material de ayuda para nuestros proyectos y nuestras entregas. Otros buscarán en la base de imágenes de Google, por idea para un disfraz increíble o tal vez algunos de última hora; y les aseguro, en el ejercicio de búsqueda constante que hacemos, incluso en la misión de teclear un nombre en la barra de búsqueda de Facebook (sí, también es un buscador) o un hashtag en Instagram, nadie se ha preguntado como funcionan. O, ¿por qué completa el texto que estoy escribiendo y me muestra personas o temas o preguntas incluso antes de que haya acabado de teclear la primera palabra. Tampoco nos parece impresionante que cualquier imagen que estemos buscando, con toda seguridad la vamos a hallar en Google o al menos, nos re-direccionará a otra página que tenga lo que buscamos. No nos detenemos a mirar que cuando buscamos, por ejemplo, búsqueda implacable, la página nos muestra que se han encontrado 64.100.000 resultados en 0,31 segundos. La verdad es que podríamos demorarnos más parpadeando que lo que google demora en buscar lo que necesitamos. Lo hacemos todos lo días y nunca nos hemos detenido a pensarlo.

De alguna manera resulta normal, que no nos importe particularmente como funciona, nos hemos vuelto practicistas en muchos sentidos y no nos fijamos en los detalles si no son algo que necesitemos de forma imperante, ¿para qué va a necesitar un médico saber como funciona google si solo es cuestión de saber utilizar palabras claves para obtener lo que está buscando? Definitivamente no es por necesidad, pero hay un motivo más fuerte que ese y que a mi personalmente me preocupa que los humanos vayamos a perder conforme nos convertimos en criaturas no solo física, sino mentalmente más sedentarias; de lo que hablo es de la curiosidad. Ese motor imperante que de niños nos mantiene alerta a cualquier estímulo, que nos lleva a desarmar juguetes, a morderlos, más adelante a preguntarnos dónde están las personas que vemos en el televisor y darle vueltas al mueble hasta que alguien nos explica de forma práctica su funcionamiento a fin de evitar que en algún punto nuestra mente curiosa nos lleve a acciones como intentar desarmar un aparato electrónico que a nuestro ojos realice lo imposible y necesitemos descifrar. Si me lo preguntan a mi, la curiosidad es el elemento clave para el descubrimiento y son las grandes mentes quienes no la pierden porque simplemente son insaciables y necesitan saber si hay más, demostrar que hay más y probar que aunque ahora, año 2014, en el  siglo XXI tenemos smartphones, nubes informáticas, películas en 4D y robots en Marte, aún hay mucho por inventar y mucho por ser descubierto. Sería una pena si alguna vez toda la humanidad se rindiera con la curiosidad, porque eso significaría un aburrido estancamiento, insufrible para muchos.

Esta semana fue tiempo de detenerse a pensar y mirar, no técnicamente ni con ojos de ingeniero, pero sí con ojos pausado que busquen los detalles, fue momento de permitirnos volver a tener un poco de curiosidad por como funcionaban esos objetos de la cotidianidad, los que nos rodean y no soltamos, pero siempre damos por hecho y de alguna forma, después de un tiempo comenzamos a creer que siempre han estado ahí, sin moverse, sin cambiar.
Acá va una pregunta que sé que nadie va a responder pero que debo colocar para ilustrar algo.
¿recuerda alguno cuando salió el primer iPhone? El mundo nunca había visto un teléfono mejor, pantalla táctil, delgado, liviano, sencillo de utilizar... parecía todo esto, era lo mejor que había. Ahora volvamos a nuestro tiempo presente tan solo unos días después de que ha sido lanzada la nueva generación de teléfonos inteligentes de Apple. Ya vamos por el número 6. ¿cómo es ese primer iPhone en comparación? obsoleto, pesado, grueso, lento y aunque sabemos que el recién llegado a las tiendas es solo una de las 6 actualizaciones de un modelo, ya nos parece que es la imagen del iPhone, que siempre ha sido así, delgado como una hoja de papel (vale, tal vez no tanto pero solo es cuestión de unos cuántos años), liviano, instintivo con IOS8, el extraño no es el nuevo, el extraño es el primero y aunque cuesta adaptarse al nuevo modelo, pronto será todo lo que veamos a nuestros compañeros de clase, familiares y... tal vez a nosotros mismos.

A lo que voy con esto es que así como eventualmente no podemos ver algo que hemos cambiado de forma radical, tal como era antes en su estado original... también nos adaptamos a los cambios de nuestro entorno al punto de que después no recordamos como era antes y resulta más sencillo asumir que siempre ha sido de la manera que ahora es. Así sucede con Facebook, cada vez que le cambian algo, hay un tiempo de protesta... nadie está conforme. Buuuu, muy mal facebook, pero eventualmente se acepta, el público se adapta y es como si siempre hubiese sido de esa forma.

Sucede con Facebook, sucede con Twitter, sucede con el sistema operativo del teléfono, con los teléfonos y sobre todo con la Web. Hoy estamos en la era de la Web 3.0, un momento de la historia en que la conexión entre persona de manera electrónica es un hecho (incluso más real que la conexión cara a cara, ¿qué es lo real y qué es lo virtual?) y ahora lo que nos interesa es la forma como nos relacionamos con la información. La Web 3.0 nos trae bases de datos, inteligencia artificial, gráficos 3D, Movilidad casi ilimitada, almacenamiento virtual y búsquedas que arrojan 64 millones de resultados en 0.31 segundos. Suena muy lindo, pero ¿qué es todo esto? Simple. Todo esto se traduce en locaciones virtuales especializadas para almacenar información sobre un tema específico, a las que el usuario se puede conectar y le facilitan la búsqueda... ¿Google les suena? Bueno, resulta que es solo buscador más grande y funcional que hay, además de una gigantesca base de datos. Inteligencia artificial... ¿han visto cuando la barra de búsqueda comienza a sugerir palabras o frases para lo que quieren buscar? ¿alguna vez se han encontrado leyendo un correo electrónico que tratara sobre ir a almorzar y la publicidad les ha mostrado anuncios de restaurantes? Tal vez incluso puede que estuvieran viendo un video en Youtube sobre como cuidar a tu perro y en un costado el anuncio publicitario les mostrara una campaña de una marca de concentrado. También puede que les suene las sugerencias de compra de Amazon, las sugerencias de amigos de Facebook, la columna "a quien seguir de Twitter.







 Esto es inteligencia artificial. No es secreto que todo lo que hacemos en la web queda registrado, a quienes seguimos, con quienes hablamos con mayor frecuencia... cosas como esas, nuestros gustos, las actividades que realizamos a diario y publicamos en la red contribuyen a construirnos un perfil de usuario. Que los servidores utilizan para facilitarnos la vida y para obtener ganancias. Así, si yo sigo al actor de una serie en twitter, el servidor, inmediátamente va a mandarme como sugerencia que siga a los demás miembros del elenco y a la cuenta de la cadena que transmite el programa que ha llamado mi atención en primer lugar. ¡El internet puede leer nuestra mente!... bueno no, no nuestra mente, pero sí la marca de información y búsquedas que dejamos cada vez que hacemos uso de ella, ¿no es esto genial?

Algunos responden que no... y hasta cierto punto es un sentimiento de lo más sensato. Si lo que estamos haciendo ahora todo el tiempo es publicar lo que nos pasa y lo que pensamos, todo lo que hacemos, fotos, como nos vemos, qué hemos comprado, qué lugares hemos visitado, con quién hemos estado y toda esta información está a disposición de los enormes servidores y de las nubes informáticas... ¿cómo sé que esa información está a salvo de ser utilizada con propósito criminal? Si tienen un perfil mío como usuario de internet y consumidor de una información determinada, ¿cómo puedo saber que no tienen conocimiento también de mis movimientos bancarios o de mi lugar exacto de residencia y mis intinerarios? ¿puedo confiar en que esa información no será utilizada sin mi consentimiento?



Don't be evil se convirtió en el lema no oficial de Google poco tiempo después de haber sido fundada hace 16 años y una semana (soy mayor que Google, por dios) y era más que todo una declaración ante lo que Google era y pretendía ser siempre, una compañía no convencional con principios distintos y una filosofía de trabajo diferenciada de las que mantenían las demás compañías. Buscaba el conocimiento y la recopilación de toda la información del mundo, de una manera organizada, que la convirtiera accesible y útil para todos. Google pretendía mejorar el mundo, pensando primero en la información que en el lucro y por eso surgió el famoso eslogan. Declaración y reclamo para recordar que como fuera que se desarrollara la empresa, sería diferente, no sería malvada.